Hay una frase que desde hace unos cuantos años me ha acompañado en mi día a día: Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana. A pesar de que parece la típica reflexión que le dices a alguien que está pasando por un mal momento, os invito a pensar en su significado. Solemos creer que las puertas se abren y se cierran por algo que no podemos controlar, que una ventana se abre porque hemos tenido una suerte asombrosa ese día. Creo en la serendipia, en los momentos afortunados que vienen sin esperar pero también creo que las ventanas que se abren porque nosotros salimos en busca de esa ventana abierta. Pablo Picasso decía cuando llegue la inspiración que me pille trabajando. No esperemos lamentados a que una ventana se abra, si hace meses que una puerta te dió un portazo en la cara, levantate y sal a buscar tu ventana abierta. Está ahí, para ti, esperando a que tú la descubras.
Todos somos exploradores de nuestras vidas, el que busca encuentra. Visualiza lo que quieres encontrar, elije un rumbo, una dirección, para ello debes de tener claro lo que buscas o hacia donde te diriges, mientras te decides evita esas sombras malvadas que nos acechan constantemente, paralizándonos en nuestro viaje al éxito. Te describo tres de las peores sombras malvadas que pueden aparecer en nuestro camino.
1. El miedo al fracaso. Es necesario cometer errores, no debemos tener miedo a equivocarnos o a fracasar en el intento de conseguir nuestras metas, cometer errores es la única forma de aprender y avanzar a pasos agigantados. ¿Sabías que en EEUU prefieren a las personas con alto número de fracasos a la hora de desarrollar un proyecto? Fracasar es saludable.
2. Negatividad. Deshazte de todos los malos pensamientos que te ronden en la cabeza, aunque pases por un mal momento, intenta buscar el lado positivo, difícil si, pero no imposible. Enfócate en la solución y no en el problema, cambia el cristal de tus gafas, incluso puedes probar a escribir en una hoja aquello que te hace mal y ¡tirarlo a la basura!
3. No dominar nuestro ego. Esta parte del ser humano nos hace olvidar quienes somos realmente, nos hace ser egoístas y juzgar a los demás. El ego te hace sentirte superior al resto creando una falsa realidad de ti mismo, si conectas con tu esencia olvidando lo exterior irás venciendo esa parte negativa que nos aleja de nuestro verdadero yo, ese que te pide a gritos luchar por tus sueños.
