lunes, 8 de septiembre de 2014

EL ARTE DE BAILAR BAJO LA LLUVIA

Realmente hay días en los que uno/a sale de casa y al final cuando vuelve, piensa ¿ Para que habré salido? Hubiera sido mejor quedarme en casa viendo mi programa favorito o esa serie que me gustaría que no acabara nunca o mejor, tenía que haberme quedado leyendo el periódico, mi libro o cualquier página online que me distraiga de mi caótica vida y es que para todas aquellas personas que creen que el universo se ha confabulado en contra suya y que tienen la mala suerte de su lado, estoy en la obligación de decirles que todo eso es una fantasía de su cabeza. El color del cristal desde el que miramos cada acontecimiento en nuestra vida únicamente depende de nosotros. Es cierto que es muy fácil que alguien que está pasando un momento esplendido en la vida, hable de positividad y alegría frente a otra persona que le está cayendo una tormenta enorme y encima no lleva paraguas, pero ¿Quién dijo que bailar bajo una tormenta era fácil? Seguramente acabes mojado y sin ganas de agua por un tiempo pero también, lo mas probable es que para la próxima tormenta te traigas un paraguas y un chubasquero pensando en el resfriado que cogiste la ultima vez.




Cuando pasamos por situaciones que a simple vista no son positivas para nosotros podemos engañar a nuestro cerebro, si si, como oyes. La realidad es la que es porque nosotros la creemos así. Nuestra mente cree que somos feos y somos feos aunque hayamos ganado el concurso de belleza del barrio. Mirar las cosas con optimismo y afrontar las dificultades de forma diferente solo depende de nosotros, no esperes a que salga el sol para ir a comerte el mundo ¡Sal y baila bajo la lluvia!

                                        Si la vida te da limones...¡Haz limonada! 


2 comentarios:

  1. Hay situaciones que se vuelven tan buenas o malas como tu quieras. Por ejemplo, si no paras de repetirte ti mismo que estás en un sitio que no te gusta, se convertirá en el peor sitio del mundo, incluso si no es para tanto. Sin embargo, si intentas quedarte con lo bueno y minimizar lo malo, ese supuesto sitio se puede convertir en un lugar agradable.

    Ser positivo y optimista no consiste en pensar que todo va a salir bien -incluso si no tienes motivos para ello- si no en afrontar y abordar las situaciones buscando el mejor desenlace posible.

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    1. Permíteme disentir de tú opinión Gabriel. Hay situaciones tan complicadas que por mucho optimismo que te infundas es imposible que mejoren. El optimismo debería de ser un factor aprehendido que aportara sensatez y cordura a nuestro sistema cognitivo para poder afrontar de la mejor manera el día a día de nuestra azarosa vida. Hay muchos pintores, cantantes o "manitas" del bricolaje que desde pequeños apuntaban maneras. Nacen con esas cualidades innatas. Pero si no naces con ello dónde aprendes a dominar ó mejorar nuestra adaptabilidad al medio. Haciendo yoga, slow food, leyendo libros de autoayuda de J. Bucay, madurando con tus experiencias personales....El mundo es de las personas optimistas y resueltas, pero sin embargo en nuestra acomodada sociedad occidental cada día vemos que se hace más complicado enfrentarnos a un medio laboral (precariedad), familiar (rupturas) ó social (pérdida de valores políticos).

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