El MARAVILLOSO MUNDO DE LO DESCONOCIDO

La vida es una aventura, un fantástico viaje que hay que saber aprovechar. Nuestro cerebro absorbe cantidad de información desde que somos muy pequeños y deja paso a la mente para abrirse hasta donde nosotros queremos. Los niños se arriesgan. Si nos trasladamos a cuando somos bebes, decimos con toda la razón que con un bebe hay que estar con mil ojos porque si te descuidas en un segundo puede accidentarse, coger algo que no debe o incluso hacerse daño. Lo cierto es, que a todos los bebes les atrae lo desconocido, utilizan su curiosidad para investigar nuevos mundos, nuevos instrumentos. Un bebe no tiene miedo a hacerse daño porque no sabe que aquello que está curioseando puede ser peligroso. Por ello, cuando vamos creciendo nos van enseñando el gran numero de peligros que debemos enfrentar, en cierta forma, el sistema nos limita a cometer errores y en consecuencia tendemos a evitar lo desconocido.

La curiosidad es una virtud maravillosa con la se nos premia a todos cuando nacemos, el ser humano es curioso por naturaleza, cultivar esa curiosidad nos abre los sentidos y la mente hacia lo desconocido, que dejará de serlo una vez lo conozcamos. Así, el concepto del miedo a equivocarnos tomará menos fuerza en nosotros y buscaremos la forma de adentrarnos en aquello que aun no hemos aprendido, conocimientos que aun no sabemos, personas que aun no hemos conocido, momentos que aun no hemos tenido el valor a vivir por el miedo a fracasar en el intento.

Deseaba invitaros a salir de la cuna pero pensándolo bien, a ningún bebé se le invita a salir, si le apetece sale por si solo y explora el maravilloso mundo de lo desconocido. Buena suerte en el viaje.