Todo trayecto tiene un principio y un final, pero lo importante es el recorrido, ahí esta la base del aprendizaje, el camino que andamos hasta llegar a un punto final. Cuando hacemos una introspección y nos adentramos al didáctico y posiblemente inquietante viaje de conocernos mentalmente, identificaremos aquello que nos apasiona, nos motiva, por el contrario también, reconoceremos todo lo que nos repele y nos disgusta. Si además te atreves a identificar tus mayores miedos, puedes decir que eres un afortunado/a. Esa información es un tesoro, un manantial de sabiduría que no puedes dejar de aprovechar. El miedo es un sentimiento que si lo usas inteligentemente te puede aportar una fuerza que ni tu mismo sabias que tenias para enfrentarte a cualquier reto que te propongas. Lejos de guardar esa información o ignorarla, has de utilizarla para fortalecer tus capacidades y superar los obstáculos, todos ellos construidos por nuestro propio miedo.
El temor a actuar de cierta manera o a tomar una determinada decisión, no es mas que una barrera mental dibujada por nosotros mismos y que paraliza cualquier movimiento que puedas hacer para pasar a la acción, tomar decisiones o cualquier pequeña situación que nos pueda surgir en nuestra día a día.. En esa etapa de conflicto mental, intervienen muchos factores limitantes que nos llevan a actuar o decidir de una forma u otra. El peor de los factores limitantes es el miedo. No dejes que gane la batalla y aprende a identificarlo en ti como tal para vencerlo y liberarte de él.
El miedo es solo una ilusión, no es real. Si esperas resultados diferentes, actúa diferente.
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